El gobierno socialista de Ecuador afirmó el camino hacia una Constituyente, luego de que la oposición de derecha perdió el control del Congreso al conformarse una nueva mayoría favorable a la Asamblea por la destitución de 57 legisladores.
Con ese hecho, según el presidente Rafael Correa, fue conjurada la crisis que desató la pugna entre el Legislativo y el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
"Para bien del país este momento de tensión política ha sido superado, y ahora tenemos que trabajar juntos por el progreso de la patria", dijo el mandatario.
La relación de fuerzas se invirtió con la posesión entre martes y miércoles de los suplentes de 28 congresistas cesados, quienes abandonaron la directriz de sus partidos opuestos a la Constituyente, principal bandera de Correa.
Ese hecho, criticado duramente por la oposición, permitió reanudar la actividad legislativa, suspendida dos semanas atrás por la destitución en el TSE de los parlamentarios de la coalición derechista, acusados de "obstruir" el referendo que definirá la instalación o no de la Asamblea el 15 de abril.
La posesión de los alternos se produjo tras diálogos con el Ejecutivo, al que pidieron protección frente a amenazas prometiendo no interferir la consulta popular, según comentó el miércoles el ministro del Interior, Gustavo Larrea.
De hecho, la asunción de los legisladores fue facilitada por la decisión oficial de impedir el ingreso de los titulares al hemiciclo, cercado por cientos de policías. Los suplentes entraron al recinto el martes en la madrugada en autobuses de la policía dispuestos por el gobierno.
No obstante el apoyo a la Constituyente anunciado por los nuevos diputados, el Ejecutivo negó que se haya conformado una mayoría oficialista en el Congreso (de 100 miembros). "No creo que se hayan cambiado de lado ni que sean gobiernistas", aseguró el ministro del Interior.
Larrea añadió que el gobierno no ha propuesto crear un bloque, y recordó que Correa se abstuvo de presentar candidatos en las legislativas de octubre, por lo que no tiene diputados.
Con los nuevos congresistas "coincidimos en que la salida a la crisis es la Constituyente. No hemos discutido problemas de fondo, será necesario debatirlos en las próximas semanas y ahí veremos qué niveles de acuerdo tenemos con el Congreso", insistió.
El ministro negó también que el Ejecutivo haya ofrecido prebendas a los suplentes, como denunció la oposición. "El gobierno no ofrece ni da absolutamente nada a nadie que no sea un llamado patriótico a defender la democracia y el Estado de Derecho", dijo.
Mientras, los diputados cesados reiteraron el miércoles que no reconocen la legitimidad de los nuevos parlamentarios, y que esperarán un fallo del Tribunal Constitucional (TC) ante el cual impugnaron su remoción.
"Hay un estado de hecho, es una vergüenza, han pactado con el hombre del maletín", aseguró la congresista destituida Gloria Gallardo, denunciando que su copartidario y presidente del Congreso, Jorge Cevallos, "se vendió al gobierno".
"Seguiremos en la trinchera porque no vamos a cometer el error de la oposición en Venezuela que le dejó el camino abierto al presidente Hugo Chávez cuando decidió, como Correa, tomar todos los poderes del Estado", afirmó Alfredo Serrano, otro de los sancionados.
FUENTE: ABC.ES
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