Alivio en la delegación uruguaya
MADRID (De un enviado especial).- Se lo vio muy optimista a Alberto Fernández, el jefe de Gabinete argentino. Pero más optimista lucía su contraparte de Uruguay, el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, hombre de confianza del presidente Tabaré Vázquez, que había comenzado la ronda de reuniones, el miércoles último, con declaraciones a la prensa oriental más bien cautas. "Lo veo muy difícil", dijo entonces.
Otro que también parecía aliviado era el canciller uruguayo, Reynaldo Gargano. Quizás, el logro de Madrid -retomar el diálogo con la Argentina por Botnia- postergue su alejamiento del gabinete, posibilidad que descuenta la prensa de su país por su distanciamiento con Vázquez.
"Es un paso positivo hacia la continuación del diálogo. Y por lo tanto una esperanza más en que el diferendo pueda tomar un camino de resolución en el futuro", dijo Gargano tras firmar la declaración.
Dijeron fuentes inobjetables de Uruguay que Gonzalo Fernández expresó tras el acto que veía un cambio de ambiente y que comentó su percepción de que los argentinos estaban más dispuestos a aceptar a Botnia en Fray Bentos.
"Estoy seguro de que vamos a llegar a un acuerdo, que será largo, quizá en uno o dos años", dijo entre los funcionarios de la comitiva de su país. "Hay un ánimo de flexibilidad que antes no había", señaló en la intimidad.
Entre esos puntos, allegados a Fernandez aseguraron que "los gestos a veces dicen más que las fórmulas para llegar a un acuerdo". Y sobre eso subrayaron que "haber incluido la palabra localización en el acta de acuerdo, en lugar de «relocalización», como reclama la Argentina, es fundamental".
Señalan fuentes oficiales de Uruguay que Gonzalo Fernández asegura que la campaña electoral en la Argentina no ayudará a acelerar el trámite de un acuerdo: Néstor Kirchner no quiere pagar costos antes de los comicios de octubre próximo si se desmadra el conflicto.
También Gargano señaló entre los funcionarios orientales que "hasta octubre no se arreglará nada" y que "todo irá más allá de las elecciones".
Pero el tema mucho no les importa. Porque, entre otras cosas, Uruguay y Argentina quieren ver cómo comienza a funcionar Botnia. "La fecha de comienzo de Botnia no la conozco, más del 90% está terminada. Entre agosto y septiembre comenzaría a producir", indicó Gargano a LA NACION.
¿Su evaluación sobre el acuerdo? "Se abrieron las puertas de un diálogo interrumpido hace un año. Es un paso adelante que tiende a remarcar la buena voluntad que tienen ambos países", agregó.
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