América Latina y el Banco del Sur

La propuesta del presidente venezolano, Hugo Chávez, de crear una organización bancaria regional o Banco del Sur, ha despertado finalmente interés en algunos gobiernos de América Latina y ha llevado a otros a estimar que esta institución podría desafiar el papel de los organismos internacionales a la hora de otorgar préstamos a la región.

Si bien el mandatario venezolano lleva ya un buen tiempo proponiendo la creación de un banco regional, no fue sino hasta comienzos de este año cuando su propuesta recibió eco y comenzó a tomar forma.

El 21 de febrero pasado, Chávez y su homólogo de Argentina, Néstor Kirchner, acordaron la creación de una institución bancaria regional en un plazo de 120 días, y cuyo objetivo sería romper los lazos crediticios con otras instituciones financieras.

La propuesta recibió el espaldarazo inicial de Bolivia y Ecuador, mientras que el ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, anunció recientemente en Washington que Brasil todavía no ha decidido si participará o no en la entidad, pero aseguró que de hacerlo, lo haría "en términos iguales dentro de ciertos principios bancarios legítimo y modernos".

Chávez y Kirchner han reiterado más de una vez que aspiran a que la invitación para participar en la institución sea aceptada por la mayoría de los gobierno de América Latina y que el Banco del Sur se convierta en la institución bancaria por excelencia de la región.

¿Cómo funcionaría?

El Banco del Sur, de plasmarse, se formaría en base al traspaso de parte de las reservas internacionales de Venezuela, Argentina y demás gobiernos participantes, a las arcas de la nueva institución bancaria.

Algo que sería posible gracias a las abultadas reservas en euros, yenes y dólares que mantienen los bancos centrales de la región, en momentos en que el billete verde viene perdiendo terreno en los mercados internacionales.

Sólo para tener un ejemplo, las reservas internacionales de Argentina, Brasil y Venezuela, suman unos US$154.000 millones.

Según Chávez, existen los fondos suficientes en la región como para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo, sin necesidad de tener que pedir prestado a otras instituciones y pagar altas tasas de interés.

Entre los objetivos del banco estaría financiar proyectos comunes de infraestructura, así como también planes de desarrollo local y nacional.

El Banco del Sur financiaría por ejemplo, el tramo Bolivia-Argentina del Gasoducto del Sur, que abastecerá de gas venezolano a la región.

¿No más FMI o BM?

Entre los que apoyan la creación del Banco del Sur están los que aseguran que con esta iniciativa, América Latina podría abandonar de forma definitiva al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a la hora de financiar proyectos de infraestructura y desarrollo.

Estos aseguran que la creación de una institución financiera controlada en su totalidad por los países de la región, les dará mayor campo de acción a los gobiernos y permitirá concretar los proyectos más necesarios y pagando menos intereses.

También están aquellos que dicen que el Banco del Sur no reemplazará ni al FMI, ni al BM, sino que simplemente contribuirá a reducir las asimetrías que existen en la región.

Y hasta los que aseguran que el Banco del Sur es simplemente un "sueño" de Chávez y que está muy lejos de concretarse.

¿Es posible?

Por el momento, los gobiernos de América Latina parecen felices y dispuestos a cambiar los antiguos y tradicionales lazos con los organismo internacionales de financiación, por Venezuela, a la hora de financiar proyectos de inversión.

Pero, claro esta, siempre y cuando el Banco del Sur no se transforme en una entidad financiera más en América Latina y mantenga el mismo perfil de las instituciones financieras internacionales ya vigentes