Glamour, custodios y millones en la gira de Cristina Kirchner

La senadora se reunió en México con el segundo hombre más rico del mundo




CIUDAD DE MEXICO.- La escena pareció preparada para una revista de esas que venden glamour. Rodeada casi por un ejército de agentes de seguridad, con una calle cortada y custodios desparramados por la vereda y hasta dentro de la residencia del embajador Jorge Yoma, la senadora Cristina Fernández de Kirchner recibió la visita del segundo hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, dueño de CTI, Telmex, Nextel, la radio Rock & Pop y, sobre todo, de una fortuna calculada por la revista Forbes en 53.000 millones de dólares, sólo 3000 millones menos que los que se le asignan a Bill Gates.

La casa de Yoma fue el escenario del encuentro con Slim y, luego, con el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga, quien pretendería un canal de aire en la Argentina. Televisa es la productora de contenidos de TV en español más importante del continente. Es la creadora, por ejemplo, del formato de Bailando por un Sueño , que en la Argentina produce Marcelo Tinelli.

A ese mediodía de revista Hola! debía sucederle una visita a la Casa-Museo de León Trotsky, pero el recorrido se suspendió. La izquierda no parece tener cabida en este viaje. El Gobierno, además, tiene suficiente con el trotskismo en Santa Cruz. De cualquier manera, la explicación oficial fue que el almuerzo se había prolongado más de lo previsto y que la senadora debía descansar.

Volviendo a los encuentros con Slim y Azcárraga, vale contar que las tres "estrellas" del mediodía en lo de Yoma tuvieron su respectiva custodia. Así como a la senadora Kirchner hasta le abren paso por la calle con tres motocicletas de la policía, Slim y Azcárraga no se escabullen un minuto de los agentes que les cuidan el pellejo. Dicen que la Ciudad de México no es una urbe para andar desprevenido, y menos si uno tiene miles de millones en el banco.

En ese contexto, el encuentro se pareció a una novela hasta en la realización. Resulta que, cuando se organizó, Slim invitó a la delegación nacional a su oficina. La primera respuesta del grupo argentino fue positiva, pero después el equipo de Cristina Kirchner pidió cambiar la sede de modo que Slim fuera el visitante. La progresía argentina es refractaria a ciertas imágenes relacionadas con el empresariado.

Slim adujo que ya tenía armada su agenda y que no podía cambiarla. La reunión a punto estuvo de fracasar hasta que, finalmente, la embajada argentina propuso la residencia de Yoma como sede y todos quedaron contentos.

Empanadas e inversiones

Slim y la primera dama se reunieron durante una hora, junto con el canciller Jorge Taiana, el embajador Yoma y el vocero presidencial, Miguel Núñez .

El empresario comió empanadas y prometió aumentar sus inversiones en la Argentina. En un alarde de autopromoción se felicitó por haber comprado CTI, pues, dijo, en poco tiempo incrementó las ventas de la empresa de 1.000.000 a 10 millones de celulares. El mexicano vende aparatos de telefonía móvil en la Argentina por más de 300 millones de dólares.

Hábil para involucrar a todos en la conversación, Slim se permitió un ensayo sobre derechos humanos, tema-símbolo de la primera dama. "Si en la década del 70 hubiera existido la tecnología que tenemos hoy, la Argentina no habría sufrido lo que sufrió", dijo.

La legisladora asintió y le repitió el discurso que había pronunciado anteanoche ante el empresariado local (hubo dirigentes de Coca-Cola, Bimbo, TV Azteca, Techint y Prosegur, entre otros) y ayer por la mañana en el Senado, donde se encontró con los jefes de bloques: "La Argentina es un país confiable para hacer inversiones. Además, debemos fortalecer los vínculos entre mexicanos y argentinos".

Funcionarios argentinos que acompañan a la senadora confirmaron que se trató de un doble mensaje: primero, para recomponer la relación política con México; segundo, para Lula, el presidente brasileño que esta semana visitará a Néstor Kirchner. La Argentina pretende limitar la hegemonía de Brasil en la región y México bien vale como contrapeso. Y que el mensaje haya sido transmitido por la primera dama resultó decisivo.

Según fuentes de la delegación argentina, Slim cree que Cristina Kirchner será la próxima presidenta de la Argentina. El montaje escénico que presenció -seguridad, protocolo, costos, etc.- probablemente le haya permitido ratificar su impresión.

Luego, Slim se fue y llegó Azcárraga, quien prometió "ampliar" sus inversiones en la Argentina. Cristina Kirchner lo escuchó y le explicó, como antes a Slim, senadores, empresarios y un grupo de intelectuales, por qué valía la pena invertir en la Argentina. Azcárraga también sintió que hablaba ante algo más que una legisladora.

Por José Ignacio Lladós
Enviado especial