Esta semana podrían resolver el conflicto judicial por Skanska
El mérito fue del ministro del Interior, Aníbal Fernández. Porque si bien la semana pasada no ocurrió nada importante en ninguna de las dos causas que investigan los $ 13,4 millones en coimas que la constructora sueca Skanska habría pagado para ampliar los gasoductos Norte y Sur, fue la primera semana que al caso le prestaron atención desde las agencias de noticias hasta diarios del interior y la cadena CNN en Español.
Fernández se enfrentó con uno de los dos jueces, Javier López Biscayart, del fuero penal tributario, por el alojamiento del preso que habló del pago de coimas, y despertó el interés. Luego, el juez lo reavivó al denunciar ante los medios que era víctima de tareas de inteligencia.
En cambio, no ocurrió lo que se esperaba en los tribunales. La Sala B de la Cámara en lo Penal Económico no resolvió el problema de competencia entre López Biscayart y el juez federal Guillermo Montenegro. Los camaristas se expedirían esta semana.
Su resolución será decisiva. En el juzgado de Montenegro la aguardan porque sólo adoptarán medidas si la Cámara determina que López Biscayart debe quedarse con la investigación de evasión impositiva y desprenderse de las presuntas coimas que encontró al avanzar en el tema de la evasión. En la fiscalía federal de Carlos Stornelli, el ánimo de investigar se topó a veces con el "téngase presente" del juez.
En cuanto a López Biscayart, este juez trata de desentrañar la llamada ruta del dinero: el destino de las presuntas coimas cuyo pago admitió Skanska en una auditoría interna que no indica quiénes cobraron.
Una denuncia de la AFIP de diciembre de 2005 puso a López Biscayart al frente de una megacausa por evasión que involucraba a Infiniti, vendedora de facturas falsas que compraron más de 100 empresas de todo calibre.
Skanska fue una de ellas, pero la sorpresa la dio el apoderado de Infiniti, Adrián López, al revelar que Skanska le compró las facturas para pagar coimas. Luego, la propia Skanska lo admitió en su auditoría.
Las facturas de Infiniti por servicios que no brindaba le permitieron a la gente de Skanska extraer dinero para lo que la auditoría llama "comisiones indebidas". Los cheques los depositaba López y los cobraba en la ventanilla del banco, para luego entregar los billetes a personas presuntamente vinculadas con Skanska.
La filial argentina de la firma sueca compraba facturas falsas a Infiniti, y a otras 22 empresas similares. De todos modos, las personas que se llevaban los billetes de Skanska no habrían sido demasiadas.
Cuestión de tiempo
Si las presuntas coimas quedan en el fuero federal, donde la causa tiene dos meses de vida, la lectura del enorme volumen de documentación incorporada en las últimas semanas demandará tiempo. Allí se investigarían las "comisiones indebidas" y los sobreprecios de Skanska para construir la planta compresora de Deán Funes. Se ignora si hubo sobreprecios de Skanska en el Gasoducto Sur.
Montenegro y Stornelli también deberán analizar el argumento que el Gobierno presentó en un escrito del Ministerio de Planificación, Julio de Vido: las obras fueron privadas y que se financiaron con fondos privados de fideicomisos. Otra línea de investigación que está en marcha en la fiscalía de Stornelli es la de las obras públicas financiadas con fideicomisos. Se trata de una investigación complementaria de la de las coimas.
Por Jorge Urien Berri
De la Redacción de LA NACION
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