A la conquista de un millón de votantes

Un grupo de argentinos residentes en el exterior trabaja a pulmón para promover el voto de los emigrantes en octubre

Gian Franco Carassale es, aunque su nombre genere confusiones, argentino. Y quiere votar. Trabaja en esta capital desde hace cuatro años y es aquí donde lo sorprendieron un par de cifras y una realidad electoral: cerca de un millón de argentinos residen en el exterior, pero sólo 5241 votaron en las presidenciales de 2003. Cerca del 0,5 por ciento del total.

Carassale, rionegrino e hijo de un inmigrante italiano, se indignó y decidió actuar. Semanas después, armó junto a un grupo de amigos "Argentinos, a Votar", una campaña apartidista y solventada a pulmón que crece cada día y que ya se desplegó por Europa, América del Sur, México, Australia, Israel y Japón. Y van por más.

"Esto comenzó aquí en Washington, pero queremos que se descentralice. Lo que buscamos es que los argentinos en cada país impulsen la campaña y alienten la votación", explica Carassale.

Gonzalo Paz, otro de los impulsores y director de Friends of Poder Ciudadano (entidad que apoya en Estados Unidos a la ONG argentina), describe uno de los ejes que motivaron la iniciativa: "En términos electorales es como si un millón de argentinos vivieran debajo de la alfombra, cuando cuentan con más votos que los de varias provincias".

Los requisitos para votar son tener el domicilio legal actualizado e inscribirse en el poco conocido Registro de Electores Residentes en el Exterior. Ambos pasos deben completarse en el consulado de su jurisdicción y, como máximo, hasta el 30 de junio próximo.

"Para votar no importa si sos un inmigrante con todos los papeles en orden o no. El empadronamiento en el consulado argentino no tiene nada que ver con el status migratorio ante el país donde se resida", aclara Carassale, ante una de las consultas más frecuentes que reciben al promocionar su campaña.

La segunda aclaración que hace es que los argentinos que residen en el exterior no están obligados a votar ni deben justificar nada ante el consulado cuando optan por no ejercer su derecho.

Pero se trata, según los gestores de la campaña, de un error. "Si votamos cada vez más, comenzaremos a formar parte de la agenda política argentina; si no, seguiremos relegados", dice Paz.

Un activo

La pregunta también podría invertirse: ¿por qué deberían votar en una elección argentina quienes viven en el exterior, muchos de ellos desde hace décadas?

"Los argentinos que están afuera siempre han sido vistos como un pasivo, como gente que se fue y no aporta nada", reconoce otro de los impulsores y presidente del Centro de Estudiantes y Graduados Argentinos en Estados Unidos (CEGA), Pablo Blank. Pero esa visión es incompleta y errónea, añade.

"Uno se va de la casa de los padres, pero sigue en contacto con ellos, los sigue ayudando, sigue involucrado con ellos, afectado por algunas de sus decisiones e influyendo en otras", grafica Blank, que señala que una de las metas de "Argentinos, a votar" es que "los argentinos en el exterior comiencen a ser vistos como un activo del país".

Los ejemplos sobran. Pero ellos citan a uno en particular, Juan Bautista Alberdi, quien viviendo en Chile aportó los ejes centrales de lo que meses después terminaría siendo la Constitución nacional de 1853, y afirmó: "He vivido en mi país habitando en el extranjero".

Gracias al apoyo gratuito de un par de especialistas, la campaña ya tiene su página web ( www.argentinosavotar.net ), en la que se puede obtener información, imprimir afiches y folletos, y sumarse en el papel de "impulsores".

"Nuestra idea es que cada país y cada ciudad adapten la campaña a sus realidades como, por ejemplo, si tienen o no consulados cerca. Pero la idea es que esto sea lo más descentralizado posible. Por eso hablamos de ´impulsores , no de ´coordinadores , ni tampoco hay una comisión directiva o algo así", dijo Blank.

Y añadió: "La idea es, simplemente, alentar que voten los argentinos que viven en exterior".

En 20 países

En las pocas semanas que llevan desde que dieron sus primeros pasos, ya sumaron "impulsores" en 31 ciudades de 20 países, y contactaron ya a la Cancillería, al Ministerio del Interior y a los principales partidos políticos.

"Sólo les informamos que lanzamos la campaña, pero no pedimos ayuda ni autorización. Esto es apartidario", aclara Paz.

Sí obtuvieron un primer compromiso de algunos consulados para agilizar la comunicación con Buenos Aires de quienes se inscriban en el Registro de Electores. Suele informarse dos veces al año, pero podría aumentarse a una frecuencia mensual.

Ellos no quieren hablar de metas sobre cuántos argentinos podrían votar en el exterior. Apuntan, en el mediano plazo, a otra meta: lograr que la diáspora argentina integre la agenda política local, como ocurre en Italia y España.

"Queremos votar -convocan en su página de Internet-. Nos importa nuestro país. Enviamos cientos de millones de dólares en remesas, contribuimos a proyectos solidarios y muchos seguimos invirtiendo en nuestra Argentina. Si además votamos, valemos mucho más."

FUENTE: LANACION.COM