La UCR le dará el sí a Lavagna esta semana
En menos de una semana, se concretará por fin el matrimonio político entre Roberto Lavagna y el radicalismo.
El viernes y el sábado próximos, la convención nacional de la UCR que se celebrará en Avellaneda seguramente votará en favor de formar una coalición con el ex ministro y sus seguidores del peronismo opositor.
Como una novia que demora el sí, al radicalismo le costó casi un año y varias divisiones internas alinearse detrás del economista, que en octubre encabezará la fórmula presidencial de la coalición, secundado (por lo menos así lo prometió) por un radical.
Según los conteos de los lavagnistas, que conducen el partido y hace rato afinaron el lápiz para las cuentas, unos 200 de los 339 convencionales apoyarán el acuerdo político, que necesitará la aprobación de la mayoría de los presentes.
"Cuando se apruebe, empezaremos la campaña en todo el país", anunció Gerardo Morales, presidente de la UCR. El se ocupó personalmente de contar uno a uno los votos para Lavagna, y adelantó a LA NACION el nombre de los tres radicales que se sumarán al comité de campaña del ex ministro después de la convención: Horacio Pernasetti (miembro de la Auditoría General de la Nación por la UCR) y los diputados Pedro Azcoiti (de las filas de Federico Storani) y Luciano Fabris (cercano a Angel Rozas).
Dividido en tres
Con la ausencia anunciada de los cerca de 60 convencionales del radicalismo K (aliados del Gobierno) y la oposición del sector antilavagnista de Margarita Stolbizer (algo menos de 50), los radicales que promueven al ex ministro desplegarán toda su logística y una lista considerable de titulares y suplentes para llegar al triunfo. Algo que no se animaron a buscar en la convención de agosto último.
Así quedará sellada la coalición de peronistas y radicales que paradójicamente deberá enfrentar a otra alianza similar: la oficial, que gracias a la idea de Néstor Kirchner de una "concertación plural", también se apoyará en peronistas y radicales (cinco de las seis provincias gobernadas por la UCR se encaminan a apoyar al candidato kirchnerista en octubre).
La decisión terminará de fracturar a la UCR en dos: oficialistas y opositores. "No vamos a ir a discutir más, ellos piensan de una manera y nosotros, de otra, y ninguno va a convencer al otro", dijo a LA NACION el ex gobernador y diputado correntino Ricardo Colombi. Sin embargo, los K analizan mandar un emisario "testimonial" para insistir en que el partido les otorgue a las provincias libertad de apoyar al candidato presidencial más conveniente en cada caso.
Qué pasará con el sector antilavagnista es todavía más incierto. Stolbizer piensa difundir un documento en reclamo de un candidato propio, firmado por intendentes, legisladores y presidentes de comités, para mostrar que aunque el partido consiga el apoyo a Lavagna, las bases territoriales no lo votarán. "Se preocupan más por lograr las manos levantadas en la convención que por el acatamiento que tendrá la coalición", los criticó.
Precavidos, los lavagnistas pusieron a la coalición como el primer punto del temario de la convención que durará dos días, y después insistirán con las sanciones a los radicales K, una última advertencia antes de que dejen el barco.
En cambio, la elección del candidato que secundará a Lavagna deberá esperar hasta junio, respetando los tiempos del economista.
Impacientes, abstenerse.
FUENTE: LANACION.COM
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