A. Latina: inflación a la vista
Seguramente si reside en países como Venezuela o Argentina, ya habrá notado más que en el resto de la región, que su bolsillo ha comenzado a sufrir las consecuencias de la inflación.
En pocas palabras, un aumento gradual y continuo en los precios de los bienes y los servicios, que lo hace desembolsar cada día más dinero sin recibir un similar aumento o compensación en el nivel de su salario.
Este acelerado incremento en los precios no solo afecta el bolsillo de los consumidores, sino también la imagen populista de presidentes como el de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Argentina, Néstor Kirchner, quienes han basado sus promesas de campaña en gobernar a favor de los más necesitados y del pueblo.
Venezuela a la cabeza
A la cabeza de los países con el mayor crecimiento en el índice de costo de vida en 2006, está Venezuela.
Y es que si bien la economía venezolana muestra un comportamiento favorable; el Producto Interno Bruto (PIB) despidió el 2006 con un alza del 10,3%; uno de los temas que el gobierno ha dejado en el tintero es la inflación
Según datos del Banco Central de Venezuela, de enero a diciembre de 2006, el índice de precios al consumo se aceleró al 17%, muy por encima del 10% esperado inicialmente por el gobierno, y se disparó al 20,44% en febrero, para ocupar el escalafón más alto de América Latina.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha dicho que este acelerado crecimiento en los precios se debe a que la escasez de alimentos que existen en el país debido a lo que el mandatario ha calificado como un "boicot especulativo" por parte de los empresarios de Caracas, y que ha impulsado al alza los precios de los productos básicos.
Todo esto pese a que el gobierno lleva desde 2003 un control de precios de una lista de 150 productos considerados básicos en la canasta venezolana.
Chávez ha reclamado al banco central que sus encuestas de medición de la inflación toman en cuenta más que nada a Caracas, la capital, y no al resto del país, y que no utilizan los precios de los alimentos subsidiados por el gobierno.
Según el mandatario venezolano, una medición más amplia arrojaría como resultado el costo de vida "real" de vivir en Venezuela.
Argentina no se queda atrás
Billetes
Cuando la inflación es un problema, los gobiernos buscan reducir los gastos.
Pese a que la economía argentina ha venido creciendo un 8% en promedio en los últimos cuatro años y el desempleo está en el nivel más bajo de la última década, la inflación sigue siendo un dolor de cabeza.
Según datos del Banco Central de Argentina, la inflación de los últimos doce meses a febrero de 2007, fue del 9,6%. La segunda tasa más alta de América del Sur.
Aunque algunos analistas en el mercado especulan que ésta estaría arriba del 15%.
Alguna de las medidas de Kirchner para apalear este aumento en los precios fue prohibir las exportaciones de carnes para aumentar la oferta en el mercado y pedir a las empresas que restringieran la suba de los precios en los productos básicos.
Pero, hasta el momento, estas medidas no han logrado los resultados esperados y los consumidores argentinos siguen pagando las consecuencias de la inflación.
En el resto de la región, también se experimentan los temores a la inflación y los gobiernos se esfuerzan por mantenerla bajo control.
En 2006, y según datos de los bancos centrales, Paraguay registró una inflación del 12,5%, Uruguay 6,3%, Bolivia 4,95%, Colombia 4,48%, Ecuador 4,36%, Brasil 3,71% y México 3,34%.
Chile y Perú fueron los dos países de la región con menor inflación, 2,6% y 1,14% respectivamente.
¿Qué se puede esperar?
Por lo general, cuando la inflación es un problema, los gobiernos y sus economistas buscan ponerle un freno mediante el control de los gastos y la inversión, y/o subiendo las tasas de interés.
Al subir las tasas, se encarece el acceso al crédito. Es decir, suben los intereses para las compras de propiedades (hipotecas), así como los de las tarjetas de crédito y préstamos personales y/o empresariales. Con lo que se le pone un freno al consumo.
Ese es el caso de Argentina, donde en octubre próximo, Kirchner o su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, buscarán postular a la presidencia.
Ponerle control al gasto y la inversión también se hace difícil si los gobernantes han prometido financiar programas sociales, como lo han hecho los mandatarios de Argentina y Venezuela, y otros tantos presidentes en la región.
Todo esto hace pensar que el fantasma de la inflación seguirá a la vista en América Latina y por un buen rato.
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