Blair niega que negociara con Teherán la liberación de los quince marinos británicos
Los quince miembros de la Armada británica que fueron detenidos por una patrullera iraní en aguas del norte del Golfo Pérsico llegaron almediodía de ayer al Reino Unido sin que que se haya producido negociación de ningún tipo, según afirmó ayer el primer ministro, Tony Blair.
Los siete marinos y ocho soldados de los Reales Marines llegaron almediodía al aeropuerto de Heathrow, en un vuelo regular de British Airways procedente de Teherán. Antes de desembarcar, cambiaron las vestimentas entregadas por las autoridades iraníes por sus uniformes militares.
Tras comparecer para las cámaras, los catorce hombres y una mujer embarcaron en dos helicópteros «Seaking», a bordo de los cuales fueron transportados a la base de los Marines en Chivenor, en el condado de Devon, al oeste de Inglaterra, donde se reunieron con sus familias e informarán a sus mandos sobre su experiencia. Poco después de su llegada, el primer ministro Tony Blair compareció en el exterior de su residencia oficial, en Downing Street, para asegurar que la liberación de los cautivos se produjo «sin ningún trato, sin ninguna negociación, sin ningún acuerdo colateral, tal como dijimos desde el comienzo» de este incidente.
Si la víspera, tras el anuncio del presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad sobre la inmediata puesta en libertad de los marinos, Blair había sido muy cauto, subrayando la voluntad de resolver todas sus diferencias con el Gobierno de Teherán de modo pacífico, las circunstancias de ayer eran diferentes.
Simultáneamente a la llegada de los marinos cautivos, llegaba a Londres la noticia de la muerte de cuatro soldados y un intérperete, y el estado grave de otro militar, como consecuencia de la explosión de una bomba al paso de una patrulla del Ejército británico en Basora. Tras manifestar su satisfacción por la puesta en libertad de los marinos, Blair retornó a «la sobria y horrible realidad» del atentado en Basora. Comenzó advirtiendo que es «demasiado pronto para decir que ese acto terrorista en particular ha sido cometido por terroristas apoyados por elementos del régimen en Irán».
«Pero el cuadro general es, como ya he dicho en otras ocasiones», añadió Blair, «que elementos del régimen iraní están financiando, armando, apoyando al terrorismo en Irak». En conclusión, el primer ministro defendió que la relación con Teherán en estas vicisitudes deben basarse en la diplomacia y en la firmeza.
La saga de los marinos detenidos en aguas territoriales cuya soberanía es disputada ha dejado la impresión en Londres de que la conducta del Gobierno de Ahmadineyad es de difícil interpretación y que los canales habituales de relación entre gobiernos no rinden necesariamente los efectos convencionales.
Según el relato de la actividad diplomática ofrecido por los medios británicos, el anuncio de la liberación de los presos por Ahmadineyad fue una sorpresa. En los primeros días, los contactos se canalizaron a través de los embajadores y los ministerios de Exteriores, sin aparentes resultados.
Teherán celebraba del Año Nuevo mahometano y no se abrió un canal preciso hasta el intercambio de cartas al final de la pasada semana. Esas gestiones desembocaron en una larga conversación telefónica, en la tarde del martes, entre Downing Street y Ali Larijani, del Consejo Supremo de Seguridad.
Tras la conversación, Londres creía que la liberación de los cautivos entraba en una fase diplomática, ligada al acuerdo sobre cómo resolver futuros incidentes en aguas disputadas, pero, el miércoles, Ahmadinejad ofreció su «regalo a la población británica» sin pedir nada a cambio.
La puesta en libertad de un diplomático iraní detenido en Bagdad y el acceso consular, aún no confirmado, a cinco iraníes detenidos en Irbil es presentado en Londres como una actuación unilateral del Gobierno de Bagdad, que habría establecido su propia vía diplomática con Irán para resolver la crisis.
Sky Televisión emitió ayer una entrevista con el capitán Chris Air, que estaba al mando de la patrulla, en la que afirma que una de sus misiones era «conseguir inteligencia» sobre movimientos iraníes y contrabando de personas y armas en esas aguas, en contacto con barcos pesqueros que faenan en la zona. La entrevista se realizó cinco días antes de la detención y el canal de televisión decidió no emitirla durante la crisis para preservar la seguridad de los cautivos.
AP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario