El Gobierno colombiano y la guerrilla del ELN se reunirán en La Habana para negociar el alto el fuego

El Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) abrirán el próximo 12 de abril en La Habana una crucial reunión de seis semanas, que tendrá como centro la negociación de un alto el fuego, según informaron ayer en Bogotá portavoces del Ejecutivo.

El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, dijo a la prensa que concurrirá a esa cita con la esperanza de que, al final de ella, "podamos anunciar al país que el ELN libera a todos los secuestrados y cesa toda acción violenta".

"Esperamos, por lo menos, que de esta próxima reunión salga una decisión contundente sobre el cese de hostilidades", subrayó Restrepo, quien precisó que la fecha de apertura de estas nuevas discusiones fue acordada el domingo en conjunto con el ELN.

La reunión ha sido denominada Encuentro para la Negociación del Acuerdo Base y será la sexta ronda del diálogo formal exploratorio de un proceso de paz que el Gobierno y el ELN mantienen en Cuba desde diciembre de 2005.

El asunto eje fue decidido el pasado 17 de marzo en La Habana por Restrepo y el jefe insurgente Pablo Beltrán, tercero al mando en el ELN y quien se integró en el equipo de portavoces rebeldes en la más reciente ronda, del 22 al 28 de febrero.

Esa quinta ronda estuvo seguida de una reunión de los delegados de las partes con el presidente interino de Cuba, Raúl Castro, quien los recibió a ellos y al escritor colombiano Gabriel García Márquez el pasado 14 de marzo para reiterar el "apoyo decidido y respetuoso" de su Gobierno al esfuerzo de paz en este país andino.

El encuentro con Raúl Castro estuvo precedido de dos reuniones, los días 13 y 14 del mismo mes, del Nobel de Literatura de 1982 con Restrepo y Beltrán.

"Vamos a sentarnos a negociar lo que hemos llamado el acuerdo base", dijo el alto comisionado para la Paz, quien confió que en este encuentro participe la "delegación en pleno" del ELN.

El comisionado Restrepo dijo que al Ejecutivo del presidente Álvaro Uribe le preocupa que, en una conferencia reunida a mediados del año pasado, los rebeldes "tomaron la decisión de seguir conversando con el Gobierno, pero sin hablar de desarme ni desmovilización".

El ELN confirmó entonces la "combinación de las formas de lucha" y también decidió extender sus estructuras a las zonas urbanas, agregó Restrepo, para quien es fundamental que esa guerrilla convoque una nueva reunión para que "tomen una decisión definitiva sobre el abandono de las armas". El comisionado aseguró que "el Gobierno brinda todas las garantías para eso [la conferencia]".

La amenaza de la parapolítica

Por otra parte, Uribe anunció ayer que permitirá que los jefes paramilitares desmovilizados expongan sus propuestas desde la cárcel para "defender el proceso de paz", pero les negó la participación en política electoral.

Esta es la respuesta del Gobierno a una carta que enviaron a Uribe hace dos semanas los dirigentes de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ante los comicios generales del próximo mes de octubre.

Algunos sectores de la oposición colombiana temen que las AUC intervengan en las elecciones como hicieron en el pasado, incluso mediante la firma de pactos con congresistas y autoridades locales y regionales. La revelación de esos acuerdos desató el llamado escándalo de la parapolítica, por el que la Corte Suprema de Justicia ha ordenado la detención de nueve congresistas, mientras que la Fiscalía General investiga a implicados sin fuero.

En un mensaje fechado el 14 de marzo y divulgado este domingo por medios periodísticos colombianos, 14 ex jefes paramilitares presos expresaron a Uribe que ya era hora de que pudieran dar el salto a la política electoral

Los ex paramilitares pidieron a Uribe que tuviera en cuenta la incorporación de los desmovilizados a la política "con plenos derechos a debatir en lo público nuestras razones y lecturas del actual proceso". El mensaje lo suscribieron Salvatore Mancuso, antiguo jefe máximo de las AUC; Iván Roberto Duque, responsable político de la organización, y otros 12 ex jefes, todos ellos recluidos en la cárcel de seguridad de Itagüí, localidad cercana a Medellín.