La Corte Internacional de Justicia usó documentos alterados por Serbia en el proceso por la matanza de Srebrenica
La Corte Internacional de Justicia de La Haya no condenó en febrero pasado a Serbia como Estado genocida por la matanza de Srebrenica porque manejó documentos censurados por los abogados serbios, según ha señalado un grupo de letrados. La información, que publica hoy el diario The International Herald Tribune, pone en cuestión todo el proceso judicial.
El periódico señala que en la primavera de 2003, varias cajas con documentos llegaron a otro juzgado de la misma ciudad, el Tribunal para los crímenes de guerra en la ex Yugoslavia, que trataba de enjuiciar los desmanes cometidos por uno y otro bando durante la última guerra de los Balcanes.
Esos documentos contenían cientos de páginas marcadas: "Defensa. Secreto de Estado. Estrictamente confidencial". En ellos estaban recogidos datos sobre encuentros mantenidos entre militares y políticos, algunos protagonizados por Slobodan Milosevic, durante la guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995.
Serbia, heredera del Estado yugoslavo, obtuvo permiso del tribunal para borrar cuantos datos considerara peligrosos "para la seguridad del Estado". Los jueces y abogados de aquel tribunal sí accedieron al contenido de dichos documentos. Pero no así el público en general: ni investigadores, ni periodistas.
Lo más grave ocurrió, según varios letrados, en otro proceso. El que se abrió en la Corte Internacional de Justicia, sita en la misma ciudad, sobre la matanza de Srebrenica. Según los denunciantes, los magistrados y abogados este tribunal utilizaron los documentos censurados por Serbia para investigar la matanza de Srebrenica.
Sin acceso al contenido original
No habrían tenido acceso, o no habría querido acceder, al contenido original. Por ello, creen los denunciantes, la sentencia fue tan magnánima con Serbia. Se condenó la muerte de los 8.000 musulmanes desarmados, se calificó de genocidio, se estableció que había sido perpetrada por fuerzas serbias de Bosnia, pero no se imputó ninguna responsabilidad al Estado serbio.
Los denunciantes aseguran que en esos pasajes censurados por Serbia se hallan los datos que demuestran que la matanza de Srebrenica fue planeada y orquestada desde Belgrado.
Dos magistrados del tribunal, Awn Shawkat Al-Khasawneh, de Jordania, y Ahmed Mahiou, de Argelia, han criticado el rechazo de la Corte de utilizar los documentos originales. Mahiou ha declarado al Herald Tribune que los jueces tenían varias razones para ello, "ninguna de ellas lo suficientemente convincente". Entre otras, prosigue este juez, tenían miedo de dar la impresión de que el tribunal era partidista, o de que se estaba inmiscuyendo en la soberanía de un Estado.
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