Lorenzetti vio riesgo de golpe en 2002
El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, reconoció hoy que el accionar de la Justicia "es lenta" y nunca se avanzó "seriamente" en una reforma para mejorarla, pero en defensa del Poder Judicial enfatizó también que sin su intervención en la crisis de 2002 "hubiéramos tenido un golpe de Estado" en Argentina.
El magistrado analizó hoy el presente de la Justicia, fijó posición frente a los conflictos sociales y anticipó la agenda de la Corte de 2007, al inaugurar el ciclo de conferencias convocadas por un grupo de periodistas de diferentes medios, junto a la fundación Konrad Adenauer.
"Si no hubiésemos tenido Justicia en 2002, hubiéramos tenido un golpe de Estado", afirmó el titular de la Corte Suprema, al marcar claros y oscuros del papel del Poder Judicial.
Lorenzetti trazó una cuidadosa diferenciación al referirse al papel de la Justicia frente a los conflictos sociales y, en particular, los cortes de rutas.
Tras advertir sobre la necesidad de instrumentar "mecanismos de diálogo" y así evitar que "se llegue tanto a la Justicia", el magistrado reconoció que existe una "colisión de derechos", una "zona intermedia" en diferentes protestas, entre quienes buscan manifestarse y quienes, por ejemplo, reclaman la libre circulación.
Sin embargo, Lorenzetti fue terminante al afirmar que el límite aparece frente a la comisión de delitos durante una protesta.
"Si usted comete un delito, como es incendiar, afectar la propiedad, ahí no hay ninguna duda que debe actuar la Justicia", enfatizó. Pero también advirtió sobre el riesgo de la inacción.
"Si uno no hace nada, los conflictos entre derechos horizontales, igualmente legítimos, pueden generar un problema muy serio en la sociedad, el deber del Estado es ordenar", precisó y, en ese sentido, sugirió instrumentar formas de "mediación y diálogo" que consideró "caminos mucho más eficientes que la Justicia".
El presidente del tribunal se rehusó a opinar sobre los cortes de rutas en Entre Ríos, motivados por las protestas contra la papelera Botnia, porque advirtió que al existir una denuncia "puede llegar a la Corte".
Durante la conferencia, Lorenzetti reconoció que "la Justicia es lenta" y "tiene que cambiar".
"En la Corte Suprema, como en todo el Poder Judicial, debemos hacer grandes cambios", aceptó y agregó que "existe una gran demanda, legítima, pero nunca ha sido transformado seriamente".
Al señalar síntomas de los problemas que enfrenta la Justicia, Lorenzetti contrastó que mientras la Corte de los Estados Unidos trata unas 80 sentencias anuales, el tribunal supremo trata en la Argentina "una cantidad que supera las 12 o 15 mil".
En cuanto a las propuestas, el titular de la Corte planteó una reforma procesal que multiplique los juicios orales en las provincias pero advirtió que "para ello hay que nombrar más jueces, hace falta más presupuesto, que es un problema del Ejecutivo".
"En muchos casos los presupuestos no sólo no han aumentado, sino que en algunas provincias han disminuido", acotó.
Lorenzetti fue cuidadoso al marcar destinatarios de los mensajes de la Corte Suprema y, en ese sentido, advirtió que los llamados de "mesura" lanzados la semana pasada "no están dirigidos sólo al gobierno sino a toda la sociedad".
Por último, al anticipar la agenda del tribunal para los próximos meses, el magistrado adelantó el tratamiento de las causas sobre los reclamos de las mutuales frente a la pesificación y las demandas por la reducción de sueldos públicos.
Fuente: DyN
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