Cinco años del golpe que no tumbó a Chávez
Venezuela conmemora hoy cinco años del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, que derrocó durante 48 horas al presidente Hugo Chávez, entre críticas por la "impunidad" que rodea a los supuestos responsables del sangriento episodio.
Los sucesos del 11 de abril de 2002 dejaron 18 muertos y unos 69 heridos, según cifras oficiales, la mayoría manifestantes opositores y oficialistas que se encontraban en los alrededores del palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas.
Gobierno y oposición tienen su hipótesis particular sobre el golpe, pero coinciden en denunciar que después de cinco años, permanecen libres los presuntos responsables de la intentona y de las muertes que provocó.
Los francotiradores de la manifestación
El diputado oficialista Luis Tascón ha acusado de lentitud a la justicia y ha advertido que la Asamblea Nacional (AN), de 167 miembros, todos aliados del chavismo, "tiene la obligación de reabrir la investigación" de los hechos del 11 de abril de 2002. "Es necesario indagar quiénes pusieron los francotiradores frente a Miraflores, en la marcha de la oposición, quiénes financiaron el golpe", subrayó Tascón ante el pleno parlamentario.
Por su parte, el dirigente opositor Gerardo Blyde ha asegurado que el "11 de abril de 2002 debería ser declarado día de la impunidad en Venezuela", porque "no hay derecho a que después de cinco años no hay culpables de los asesinatos".
Aquel día una multitudinaria marcha opositora, desviada de su ruta original, se dirigió a Miraflores para pedir la renuncia de Chávez, al tiempo que un nutrido grupo oficialistas se apostó en las cercanías del palacio en defensa de la "revolución". Las masas antagónicas nunca llegaron a enfrentarse, pero fueron blanco de disparos que desencadenaron los hechos sangrientos y el derrocamiento temporal del presidente Chávez, un teniente coronel retirado que lideró un fallido golpe militar en febrero de 1992.
Apoyo militar y popular
Chávez, quien asumió el Gobierno por primera vez en febrero de 1999, retomó el poder el 13 de abril de 2002 gracias a la acción de militares leales y de miles de civiles que se lanzaron a las calles de Caracas exigiendo el regreso de su "comandante". En recientes declaraciones, el fiscal general, Isaías Rodríguez, dijo que el golpe de abril de 2002 "no está impune ni quedará impune" y precisó que por esos hechos "hay 73 imputados, 32 acusados y ocho condenados".
Entre los prófugos de la justicia venezolana está Pedro Carmona, el líder empresarial que asumió, el 12 de abril de 2002, un breve Gobierno de facto durante el cual decretó la abolición de los poderes públicos. El Tribunal Supremo de Venezuela declaró este martes "procedente" pedir a Colombia la extradición de Carmona, refugiado en ese país desde mayo de 2002, por presunta "rebelión civil".
Todo 11 tiene su 13
Por otra parte, la Asamblea Nacional aprobó ayer un "Acuerdo en conmemoración del golpe contrarrevolucionario del 11 de abril de 2002 y en celebración de la revolución cívico-militar del 13 de abril de 2002", tras un largo debate dominado por las alabanzas al "coraje revolucionario". "Todo 11 tiene su 13", así ha bautizado el Gobierno los actos que tendrán lugar en el país para conmemorar en esos días la "victoria del pueblo".
Hoy y mañana, jueves, los "chavistas" se reunirán en asambleas públicas en todo el país para promover la "revolución" y el "poder popular", y el próximo viernes, día 13, se concentrarán en diversos puntos de Caracas para luego marchar hasta Miraflores.
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