Confirman libertad de Posada Carriles

La semana pasada, la jueza, Kathleen Cardone, ordenó la libertad provisional de Posada, contra quien está previsto que se inicie un juicio el 11 de mayo, en el que enfrentaría siete cargos de mentir a las autoridades migratorias para entrar a EE.UU. con un pasaporte falso.

Si es hallado culpable, podría ser condenado hasta a 40 años de cárcel.

Reacción de Castro

En Cuba, el presidente Fidel Castro reaccionó con una crítica al presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

En un editorial del diario oficial Granma, firmado por Castro, el mandatario expresa: "Sólo de la Casa Blanca podían proceder las instrucciones para el fallo" que concede la libertad bajo fianza a Luis Posada Carriles.

Según Castro, Bush elude "el carácter criminal y terrorista del acusado" y aseguró que Estados Unidos y "sus instituciones más representativas decidieron de antemano la libertad del monstruo".

Venezuela y Cuba han solicitado la extradición de Posada en relación con un atentado dinamitero contra un avión de la aerolínea Cubana de Aviación, en 1976, en el que murieron 73 personas.

No está claro si Posada, de 79 años de edad, será liberado de inmediato porque también pesa una orden de deportación en su contra.

El lunes, el abogado que representa a Venezuela en su solicitud de extradición dijo que Posada sólo enfrenta cargos de inmigración en Estados Unidos porque la Fiscalía General de ese país parece muy renuente a acusarlo de terrorismo.

Fianza

El viernes, Cardone impuso una fianza de US$250.000 para su liberación y ordenó que Posada Carriles permanezca en su casa de Miami las 24 horas y sea vigilado con dispositivos electrónicos.

"No se encuentra acusado, en ésta o en cualquier otra causa, de un crimen de violencia o de otros crímenes que pongan en peligro la seguridad inmediata de la comunidad", dijo Cardone.

Posada Carriles ha estado detenido en un centro para inmigrantes indocumentados desde 2005.

Ese año llegó a EE.UU. procedente de Panamá, donde estuvo detenido bajo acusaciones de preparar un atentado contra el presidente de Cuba, Fidel Castro, durante una cumbre en ese país en 2000.

Los tribunales estadounidenses se niegan a enviarlo a Cuba o a Venezuela por considerar que su vida corre peligro.

"Él no regresará a Cuba hasta que Fidel Castro esté muerto y tengamos democracia y tampoco regresará a Venezuela", dijo su abogado, Eduardo Soto.