Estatales vuelven a marchar en la provincia del Presidente

Una semana después de la masiva protesta que puso a la provincia natal de Néstor Kirchner en el centro de la escena y desató un duro cruce entre el Presidente y el obispo local, estatales de la provincia de Santa Cruz volverán a marchar por las calles de la capital.

Será esta tarde, cuando, mientras se cumple el 11º día de paro docente, empleados públicos, maestros y trabajadores de hospitales se concentren en las calles céntricas se concentren para reiterar su reclamo de mejoras salariales.

Reclamo. La exigencia principal de los estatales, a los que la semana pasada el gobernador Carlos Sancho les anunció un aumento del 15 por ciento, es que la mayor parte de los salarios que hoy cobran deje de estar en negro.

El miércoles pasado, entre cinco mil y siete mil manifestantes (de 196.000 habitantes) tomaron las calles del centro de Río Gallegos, cantaron consignas contra el gobernador y acompañaron la protesta encabezada por el gremio docente en reclamo de mejoras salariales, protesta que contó con la adhesión de los trabajadores estatales agrupados en ATE, personal legislativo, judiciales y la autoridad máxima de la Iglesia en la provincia, el obispo Juan Carlos Romanín.

Críticas de la Iglesia. Justamente las palabras del obispo durante la movilización iniciaron un cruce con Kirchner. "La paz social se encuentra amenazada [ ] todo reclamo debe ser recibido, escuchado y gestionado por las autoridades", afirmó el prelado frente a los manifestantes y pidió que se abra "una instancia de diálogo" ente el Gobierno y los gremios en conflicto.

La respuesta del Presidente no tardó en llegar. Al día siguiente, desde un acto en la Matanza, afirmó, aunque sin nombrar al obispo, que no aceptaría presiones.

"Algún distraído". "Le digo a algún distraído de mi provincia, que llegó hace un año a cumplir una importante función, que hay que ejercer una función para todos, que hay que ser amplio con todos y que hay que mirar lo que se hizo durante años", dijo el Presidente en obvia alusión al cura.

Tal como ocurrió la semana pasada, los puntos de la ciudad por los que pase la protesta estarán fuertemente custodiados, y, en particular, los alrededores de la casa que Kirchner tiene en la capital provincial.