EE.UU. no entiende por qué Moratinos no se reunió con disidentes en Cuba

LUIS AYLLÓN

MADRID. La Administración estadounidense se muestra muy interesada en conocer los motivos por los que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, no se reunió con disidentes anticastristas durante la visita que realizó a comienzos de mes a Cuba. Así de desprende de las palabras pronunciadas ayer por la vicesecretaria de Estado adjunta de Estados Unidos, Colleen Graffy, durante la IV Conferencia Internacional sobre Europa y América, organizada en Madrid por ABC y la Fundación Euroamérica, con el patrocinio del BBVA.

Graffy, que habló sobre el vínculo trasatlántico durante una mesa redonda, señaló a preguntas de uno de los asistentes que su Gobierno ha seguido la visita de jefe de la diplomacia española a Cuba y que desearía conocer «por qué, el señor Moratinos no se reunió con la disidencia» durante su estancia en la isla. Las palabras de Graffy vienen a confirmar la sorpresa de Washington por la forma en que se desarrolló la visita del ministro español, expresada públicamente hace unos días por el secretario de Estado Adjunto para América Latina, Thomas Shanon, quien lamentó que no se produjera el encuentro con los disidentes, subrayando el valor simbólico que tiene «expresar el apoyo a los derechos humanos cuando se trata de un régimen que abusa de los derechos humanos, que no es democrático».

Trabajar juntos
La vicesecretaria de Estado adjunta dijo también que conoce que «España tiene una relaciones muy especiales con Cuba y que le interesa que Cuba evolucione hacia un país democrático». Añadió que Estados Unidos desea trabajar con España por el futuro de Cuba y que, en ese sentido, las conversaciones están abiertas.

Fuentes norteamericanas insistieron en que no se ha producido todavía ninguna entrevista entre el ministro Moratinos y el embajador estadounidense en Madrid, Eduardo Aguirre, para hablar sobre el resultado de la visita, pero no descartaron que pueda tener lugar en breve. Según supo este periódico, altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores, entre ellos la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, sí mantuvieron conversaciones con representantes estadounidenses antes y después del desplazamiento del ministro a La Habana.

En cualquier caso, Graffy dijo sentirse impresionada por la posición que mantienen otros países europeos en relación con Cuba y citó expresamente a la República Checa, poniendo de relieve que, debido a su historia, «conocen muy bien lo importante que es dar esperanza». «Es importante saber que, desde fuera, están de parte tuya», sentenció.
Pese a esta discrepancia con la posición española, Graffy, que se permitió bromear con el hecho de que fuera ella quien estaba en España, cuando se espera a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, habló de la cooperación existente en otros ámbitos entre Madrid y Washington.

Cooperación antiterrorista

A esa cooperación se había referido en una intervención anterior el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, quien destacó especialmente los aspectos relacionados con la defensa y con la lucha contra el terrorismo en sus distintas facetas, que analizó con detalle.

León reconoció que, tras la retirada de las tropas españolas de Irak, se produjo una «pérdida de intensidad» en las relaciones entre España y Estados Unidos a nivel político, aunque precisó que los intercambios económicos y de la sociedad civil no se vieron afectados. «Las administraciones de los dos países -dijo- se han esforzado por mejorar esas relaciones y ya están normalizadas». Recordó, asimismo, que la Embajada estadounidense en Madrid ha anunciado que Condoleezza Rice tiene previsto realizar en el mes de junio una visita a España.