En medio del diluvio, Kirchner volvió a la Argentina tras la Cumbre Energética en Venezuela
En simultáneo con el temporal que azotó a Capital y Gran Buenos Aires, el presidente Néstor Kirchner regresó esta noche a la Argentina luego de participar en la Cumbre Energética en Venezuela.
El Presidente aterrizó en Ezeiza minutos antes de las 20, a bordo de un Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas. En ese momento se registraba en la zona una intensa tormenta, que provocó algunas demoras en las operaciones. Tras el aterrizaje, Kirchner se dirigió por tierra a la Quinta Presidencial de Olivos.
El jefe de Estado dejó la Isla Margarita poco antes de las 13, apenas finalizada la reunión de mandatarios, sin tomar contacto con la prensa. Tras la partida del Presidente, de la delegación argentina sólo permaneció en el hotel el canciller Jorge Taiana, quien en las próximas horas viajará con destino a Madrid para formar parte de la misión que retomará el diálogo por las pasteras con Uruguay.
El encuentro tuvo mayor predominio de la integración gasífera que de los biocombustibles. Sin embargo, el mandatario anfitrión, Hugo Chávez, abrió el plenario con un discurso en el que aclaró que no estaba "en contra del etanol", el biocombustible cuya producción lidera Brasil.
Del plenario participaron, además de Kirchner y Chávez, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe; de Chile, Michelle Bachellet; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos. Por el lado uruguayo fue el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa.
Juntos posaron esta mañana para la foto oficial de la Cumbre, minutos antes de ingresar al plenario. En el discurso de apertura, Chávez alertó sobre las "tensiones geopolíticas" generada por el desequilibrio entre oferta y demanda de petróleo en el mundo y aseveró que en Sudamérica, y especialmente su país, Venezuela, "tenemos puesto el ojo del águila sobre nuestras espaldas", en alusión a Estados Unidos y su necesidad de combustible.
Además, propuso la constitución de un tratado energético para garantizar la provisión de fuentes de energía a todos los países de Sudámerica . Durante un extenso discurso, el mandatario venezolano también aclaró que no está en contra de los biocombustibles, cuya producción lidera Brasil en el continente, al afirmar que "es una estrategia válida cuidando que no afecte los alimentos".
La idea es que todos los países formen parte de la Organización de Países Productores y Exportadores de Gas de Sudamérica (Oppegasur), una iniciativa que hasta ayer sólo involucraba a la Argentina, Bolivia y Venezuela. Sin embargo, Brasil es renuente a integrar esa suerte de OPEP del gas.
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