"Hay que estrechar la mano a los que quieren la paz"

"Tenemos que apoyar el proceso de paz con los paramilitares porque no hay otro camino para terminar un conflicto tan duradero". Con esta contundencia explicó a EL PAÍS en Bogotá la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner la posición de Europa ante el camino iniciado por el Gobierno de Álvaro Uribe hacia la desmovilización de los paramilitares.

Ferrero-Waldner concluyó ayer una visita de tres días a Colombia. "Hay que estrechar la mano a los que quieren la paz. Y a los que no, hay que combatirlos", agregó.

En sus inicios, la Ley de Justicia y Paz ?promulgada por Uribe para que sirviera de marco jurídico al proceso? resultó difícil de digerir para la comunidad europea, porque "se temía la impunidad", confiesa Ferrero-Waldner.

A pesar del interés por la política interna colombiana, la funcionaria esquivó las preguntas sobre el escándalo surgido tras conocerse el maridaje entre políticos y paramilitares en el llamado caso de la parapolítica. "No hacemos valoraciones políticas sobre temas internos", repitió, pero resaltó el papel que desempeña en este asunto la justicia.

La alta funcionaria anunció el lunes en Bogotá el nuevo plan de cooperación europea de 350 millones de euros para los próximos siete años.

La mayor parte de este dinero estará destinada a programas de paz y estabilidad interna, con un fuerte ingrediente de asistencia a la población desarraigada, especialmente los desplazados y reinsertados. La ayuda a estos últimos no se concederá directamente, sino que servirá para apoyar a las comunidades receptoras de forma que puedan facilitar la reintegración y la reconciliación.

Esta ayuda pretende ejercer de contrapeso a la que recibe Colombia de Estados Unidos, que incluye un fuerte componente militar y la fumigación de los cultivos de hoja de coca.

Las metas de la cooperación europea son la salida negociada al conflicto y la lucha contra sus causas. "La raíz de este conflicto armado es la pobreza; si la gente tiene trabajo y prospera, no necesita acudir a ningún grupo armado", opina la comisaria.

Sin embargo, para el actual Gobierno no existe conflicto armado en Colombia, sino una agresión terrorista

, aunque este enfoque, en opinión de Ferrero-Waldner, "no afecta en nada a nuestra cooperación. Lo importante es ayudar al Gobierno para que encuentre al final la paz duradera, que genere más prosperidad y más estabilidad. Por eso nos concentramos en tres ejes: paz y estabilidad; Estado de derecho, justicia y derechos humanos, y un nuevo enfoque sobre la economía y el comercio como una salida viable para aumentar los ingresos del país y buscar una mejor redistribución de los ingresos".

Dos son las distintas visiones acerca de cómo combatir el narcotráfico: por una parte, el Ejecutivo de Uribe da prioridad a la fumigación, mientras Europa habla de producción alternativa. En cuanto a los secuestros, el Gobierno habla de rescate militar y la UE apoya el acuerdo humanitario para lograr la libertad de los secuestrados. "En el primer caso, el objetivo es el mismo: el combate a la droga ilegal", responde la comisaria. "Sin embargo, el enfoque es diferente. Pensamos que la producción alternativa es un buen camino. En los Laboratorios de Paz [programas de la UE en distintas zonas del país], las comunidades ven que con la producción alternativa tienen empleo y pueden vivir de ellos. En cuanto al secuestro, cada Estado tiene su forma soberana de actuar. Nosotros pensamos que la preocupación máxima debe ser que no exista ningún riesgo para la vida de los secuestrados. La solución negociada es la mejor".

Durante su estancia en Colombia, la representante europea envió también mensajes de apoyo al diálogo que ayer tenían previsto iniciar en La Habana, aunque con cinco días de retraso, el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

"Sería muy positivo que se diera un acuerdo", dijo, y reiteró que, si el ELN muestra un esfuerzo real por lograr una paz duradera, será borrado de la lista de grupos terroristas. El mensaje va igualmente dirigido a la primera guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En la agenda de la corta visita, hubo también espacio para temas económicos: el acuerdo entre la UE y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que va más allá de un tratado de libre comercio y continúa estancado ("Quedan obstáculos, pero el objetivo sigue siendo prioritariamente un acuerdo con la comunidad andina"). Y el tema de la televisión digital: "Tenemos gran interés en que Colombia se quede con las normas europeas de televisión digital. Es más barato, ayuda más a la cohesión social y el Banco de Inversión Europea está dispuesto a ayudar y dar créditos; hay muchas ventajas?", aseguró.