Reapareció la testigo que reavivó la causa de las coimas en el Senado
La ex secretaria del ex legislador Remo Costanzo, Sandra Montero, denunció ante el fiscal que sigue recibiendo amenazas en Brasil.
La mujer que declaró el año pasado ante la Justicia que el ex legislador Remo Costanzo había cobrado coimas para aprobar la ley de reforma laboral reapareció hoy, al denunciar que sigue recibiendo amenazas y que las mismas "provenían" de ex legisladores.
Fuentes tribunalicias dijeron a la agencia Télam que la mujer se presentó hoy ante el fiscal Federico Delgado, quien interviene en la causa por el pago de sobornos en el Senado para la aprobación, en 2000, de la ley de reforma laboral.
Ante el representante del Ministerio Público, Montero refirió las amenazas de las que dijo haber tomado conocimiento por dichos de Costanzo, en un encuentro que mantuvieron en el mes de enero, en Brasil, por motivos "específicamente personales que no hacen a la causa" por el pago de las coimas.
También afirmó que "una amiga que trabaja en la Cámara de Diputados", cuyo nombre no reveló, le dijo que el ex ministro de Justicia Jorge de la Rúa quería verla "para evitar que aporte nuevas pruebas" que involucren a su hermano, el ex presidente Fernando de la Rúa, en la causa por el pago de sobornos.
De acuerdo a las normas procesales, Delgado efectuó la inmediata denuncia ante la Cámara Federal, donde se efectuó el sorteo de rigor y se determinó que deberá ser el juez Rodolfo Canicoba Corral quien investigue los dichos de la mujer.
Montero le dijo al fiscal que, a mediados de enero de 2007, en la ciudad brasileña de Gramado, en cercanías de Porto Alegre, donde vive actualmente, "fue concertada una cita" entre Costanzo y ella "por motivos específicamente personales" y vinculados con la seguridad de su hijo Jonathan quien vive con ella.
La mujer reveló que, en esa entrevista, Costanzo le hizo saber que esas amenazas provenían de los senadores Augusto Alasino y Alberto Tell y del ex director de la SIDE, Fernando de Santibañes.
Montero señaló que Costanzo le contó todos esos detalles y le aconsejó que su hijo "no regresara al país para resguardar su vida" y aseguró que desde noviembre de 2006 recibe llamados a su casa de Brasil donde sus amigos le "advierten" sobre su seguridad y la de su hijo.
"El hostigamiento es diario e incluso trasciende las fronteras del país llegando hasta Brasil", sostuvo la presunta amenazada, quien aseguró que no tiene "más ayuda económica ni custodia física fuera del país".
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